Obviamente no es fácil ingresar a un recinto para cumplir ciertas funciones si no tenemos la motivación suficiente.
Al levantarte sientes que los pies te pesan, el sueño no para, la almohada se convierte en tu mejor alternativa. En fin. Al termino de la discusión con tus emociones, sales hacia tu lugar de trabajo. Al llegar encuentras todo al revés, el calor aumenta a medida que el día transcurre, la proliferación de zancudos es detestable, las recomendaciones de tus superiores se salen de tus límites procedimentales y tu frase preferida es “que pereza”......
Observa bien lo que está sucediendo ¿Cómo crees que afectará esto el resto de tu día? ¿Crees que lo mereces? ¿Cómo te harás cargo para alcanzar la tranquilidad? ¿Tu felicidad es un meta o un camino?
Respira......Aprovecha el silencio.
Un abrazo
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