Hoy fue un día maravilloso. Uno de mis propósitos fue darle gracias a todo aquel que me permitía ingresar en su espacio, bien fuera para ofrecerle mi ayuda, bien fuera para escucharlo o simplemente porque estaba interesado en ingresar. El resultado me deja asombrado. No solo se vislumbró el aumento en los lazos de confianza generados entre aquellas personas y yo, sino que aprendí un poco más sobre el valor de la humildad. Soy humilde cuando reconozco en el otro su legitimidad como verdadero otro, como verdadero maestro. Yo tengo mucho mas por aprender que por enseñar.
Gracias a ustedes que leen esto y me cuentan sus comentarios o sus experiencias frente a sus maestros. Pasenla bien.
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