jueves, 16 de julio de 2009

¿POR QUÉ DESAYUNAR?


¿POR QUÉ DESAYUNAR?

Una buena razón para desayunar es el beneficio intelectual que recibimos. Otra razón es el daño que provocamos a nuestro cuerpo con el ayuno mañanero. Imaginemos el proceso:

Suena el despertador y el cerebro empieza a preocuparse: “Ya hay que levantarse y nos comimos todo el combustible”.

Llama a la primera neurona que tiene a mano y manda un mensaje a ver que disponibilidad hay de glucosa en la sangre. Desde la sangre le responden: “Aquí hay azúcar para unos 15 a 20 minutos, nada mas”.

El cerebro hace un gesto de duda, y le dice a la neurona mensajera: “De acuerdo, vayan hablando con el hígado a ver que tiene en reserva”. En el hígado consultan la cuenta de ahorros y responden que a lo sumo los fondos alcanzan para unos 20 o 25 minutos.

En total no hay sino cerca de 290 gramos de glucosa, es decir, alcanza para 45 minutos, tiempo en cual el cerebro ha estado rogándole a todos los santos a ver si se nos ocurre desayunar.

Si estamos apurados o nos resulta insoportable comer en la mañana, el pobre órgano tendrá que ponerse en emergencia: “Alerta máxima: nos están tirando un paquete económico. Cortisona, hija, saque lo que pueda de las células musculares, los ligamentos de los huesos y el colágeno de la piel”.

La cortisona pondrá en marcha los mecanismos para que las células se abran cual cartera de mamá comprando útiles, y dejen salir sus proteínas. Estas pasaran al hígado para que las convierta en glucosa sanguínea. El proceso continuará hasta que volvamos a comer.

Como se ve, quien cree que no desayuna se está engañando: Se come sus propios músculos, se auto devora. La consecuencia es la perdida de tono muscular, y un cerebro que, en vez de ocuparse de sus funciones intelectuales, se pasa la mañana activando el sistema de emergencia para obtener combustible y alimento.

¿Cómo afecta eso nuestro poso? Al comenzar el día ayunando se pone en marcha una estrategia de ahorro energético, por lo cual el metabolismo disminuye. El cerebro no sabe si el ayuno será por unas horas o por unos días, así toma las medidas restrictivas mas severas. Por eso, si la persona decide luego almorzar, la comida será aceptada como excedente, se desviará hacia el almacén de grasa de reserva y la persona engordará.

La razón de que los músculos sean los primeros utilizados como combustible de reserva en el ayuno matutino se debe a que en las horas de la mañana predomina la hormona cortisol que estimula la destrucción de las proteínas musculares y su conversión en glucosa.

FUENTE: Dra. Daniela Jakubowicz (Endocrinóloga)

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